En respuesta a las difamaciones del lector que se hace pasar por Católico perplejo

En respuesta a las difamaciones del lector que hace pasar por Católico perplejo

En el anterior artículo, un lector que se hace pasar por Católico perplejo, cíta el Talmud, pero sus citas son totalmente falsas y difamatorias.

Cito su comentario:

Hablando de pederastia, veamos qué dice el Talmud.
Ojo, esto no es ningún panfleto antisemita, sino que está sacado de una página judía:

http://sinagoga-madrid.livejournal.com/6650.html

a- Se permite tener relaciones sexuales con una niña de tres años y un día de edad. Sanhedrín 55b.

b- El coito con un niño menor de ocho años no es fornicación. Sanhedrín 69b.

c- El coito con una niña menor de tres años ´´no es nada.´´ Ketubót 11b.

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Los Cinco Libros de Moisés constituyen la Torá, Pentateuco en español, la Torá Shebijtav –Torá Escrita-. Según el judío creyente esta Constitución no fue promulgada por el hombre sino revelada por Dios, La Torá She-bealpé –Torá Oral-(el Talmud) fue recibida por Moisés en el Sinái y transmitida a Josué, y Josué a los Ancianos, y los Ancianos a los Profetas, y los Profetas a los miembros de la Gran Asamblea…
La Torá Oral (Talmud) incluye las explicaciones de los preceptos, los detalles de los principios generales contenidos en las Escrituras y las formas en que estos preceptos han de ser cumplidos. Por ejemplo, la Torá prohíbe “trabajo” en Shabat. ¿Qué constituye trabajo a los efectos del Shabat? La Torá Escrita (Pentateuco) no nos lo dice, salvo referencia a ciertas taras tales como: juntar madera, prender fuego, cocinar y hornear. La Torá Oral (el Talmud) se encarga de aclararlo.
La Torá Escrita (Pentateuco) ordena que los animales necesarios para la alimentación han de ser carneados “como yo lo ordené”. ¿Cómo debe ser este proceso, qué regulaciones lo rigen? La Torá Escrita (Pentateuco) no lo dice, pero la Torá Oral (el Talmud) sí lo hace.
Finalmente, la Torá Oral (el Talmud) fue fijada por escrito en la Mishná, que a su vez constituye la base de la Guemará, que consiste en el monumental registro de las discusiones y debates legales conducidos por los Sabios. La Mishná y la Guemará conjuntamente constituyen el Talmud (Torá Oral).

La Torá, tanto la Escrita (Pentateuco) como la Oral (Talmud) es la doctrina que dirige la vida diaria del hombre. Aunque primordialmente habla a Israel, contiene directivas para todos los hombres. Se refiere a cada uno y a todos los aspectos de la vida humana.

El judaísmo considera al Talmud la tradición oral, mientras que la Torá (el Pentateuco) es considerada como tradición escrita. El Talmud extiende, explica y complementa al Tanaj, pero no puede, por definición, contradecir a la Torá. El paradigma de la halajá (‘ley judía’ en hebreo) subordina la autoridad del Talmud a la de la Torá.

La ley oral recibida en el Sinái fue transmitida de una generación a la siguiente de manera oral, sin que se tuviera ninguna versión escrita dirigida al público, aunque los sabios tenían apuntes privados. Después de la destrucción de templo de Jerusalem y el declive económico y político de la comunidad judía en Israel la continuidad de la transmisión oral estaba en peligro, por lo que Rabi Yehuda el Príncipe hizo la redacción escrita de la Mishná alrededor del año 200 de la E.C. Varias academias rabínicas tanto en Israel como en Babilonia estaban dedicadas al estudio y discusión de la Mishna. Estas discusiones, al ser recopiladas de forma escrita forman la Guemará.

Jesús, rabino judío, Shaul, más tarde Pablo, San Pablo para la Cristiandad conocían perfectamente la Mishná, la base de la Torá Oral, que todavía no había sido escrita, pero su estudio era obligatorio en las escuelas rabínicas y en el Templo.

Las críticas de Pablo a los judíos se circunscribían en que los judíos no aceptaron a Jesús, (crucificado por los romanos acusado de ser el Rey de los Judíos –INRI-), como el Mesías de Israel, y más tarde por no aceptar que el Mesías fuera Dios encarnado.

En ningún momento se critican los contenidos de la Mishná.

El mismo Jesús dice que ha venido a cumplir la ley –del Talmud y la Torá-

Mateo 5:17-20:

 "No penséis que he venido para abrogar la Ley o los Profetas. No he venido para abrogar, sino para cumplir. De cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni siquiera una jota ni una tilde pasará de la ley hasta que todo haya sido cumplido.  "Por lo tanto, cualquiera que quebranta el más pequeño de estos mandamientos y así enseña a los hombres, será considerado el más pequeño en el reino de los cielos. Pero cualquiera que los cumple y los enseña, éste será considerado grande en el reino de los cielos. ²⁰ Porque os digo que a menos que vuestra justicia sea mayor que la de los escribas y de los fariseos, jamás entraréis en el reino de los cielos”

Los árabes que invadieron Europa y que en el golfo de Paestum, en colaboración con los judíos, habían fundado sobre suelo europeo la primera Universidad dedicada a la medicina, en Salerno, en el año 846. Se menciona el “Ebraeus Solonus” como uno de los primeros profesores, y como una de las publicaciones médicas más antiguas el “Antidotarium”, escrito en hebreo, de Sabbatai ben Abraham, conocido por Donnolo. Hasta doscientos cincuenta años más tarde que Salerno no se funda la Universidad de Bolonia, en 1119, luego Papua. En el siglo XIII siguen Oxford y Cambridge.
En el mundo del Islam, los árabes sabían que en el Talmud se encuentra ya una extensa ciencia médica, un amplio conocimiento del cuerpo humano y de sus órganos así como de las enfermedades internas, las sangrías y una primera cirugía. En el reino de los califas, desde Mesopotamia hasta África y Al-Andalus, los judíos se contaban entre los más prestigiosos maestros de la ciencia médica que se encontraba en pleno florecimiento.
Más adelante la investigación médica de los hebreos en el mundo árabe hizo de los judíos los representantes privilegiados de esta ciencia y preparó la gran aportación de los judíos a la medicina moderna.

Durante siglos la cristiandad persiguió la literatura judía y entre sus libros sagrados, el Talmud,

Las causas de la persecución del Talmud, convertida en muchos casos en quema, censura o prohibición de nuevas ediciones, fueron las acusaciones -generalmente hechas por judíos conversos- de que contenía pasajes blasfemos o irreverentes para el cristianismo. De esos pasajes y de las supuestas mentiras enmarañadas, cosas vergonzosas, insensatas, abominables, contra la ley de Dios, contra la ley natural y contra la ley escrita, de las que erróneamente fue acusado el Talmud.
El Talmud fue quemado y destruido en la Europa cristiana durante diferentes épocas.

Después de haber estudiado detalladamente y en profundidad el Talmud, la Curia Romana, en 1564 Pío IV levantó la prohibición del Talmud.[1]

Pablo IV, Julio III, Pío IV, Pío V, Gregorio XIII, Alejandro VII , Benedicto XIV entre otros Papas de la Iglesia Católica en diferentes épocas declararon que el Talmud no contiene nada de hostil contra los cristianos. [2]

El nacionalsocialismo de A. Hitler difamó el Talmud, diciendo que había escritos contra los no-judíos, especialmente contra los cristianos. La mayoría de los cristianos alemanes no tenía ni idea de la lengua hebrea y aramea, [el Talmud está escrito en arameo]. Los nazis quisieron creerse esas difamaciones y se dedicaron a la quema de libros, no sólo del Talmud.

El lector que se hace pasar por Católico perplejo utiliza como fuente a Mijael Sofer [3], otro farsante, pero este se hace pasar por rabino, “rabino mesiánico”. Estos mesiánicos se hacen pasar por judíos, pero que no son ni de madre judía, ni convertidos al judaísmo reconocidos por el Bet Din de Israel. Judío es el nacido de madre judía o convertido al judaísmo.

Este señor “Mijael Sofer” ha utilizado un texto que se presenta como Talmud, y no es más que una impostura y una burda farsa procedente de círculos antisemitas, y en concreto, de obediencia nazi.[4]

El Talmud, cuyo original está escrito en arameo, la lengua que hablaba Jesús y todos los judíos de la época,  puede encontrarse en [5] y no concuerda para nada con las difamaciones a las que se refiere el señor “mesiánico” y su papagayo el señor Católico” perplejo.

Si el lector “Católico Perplejo” tuviera razón se derivaría lógicamente que los Papas Pío IV, Pablo VI, Juan III, Pío IV, Gregorio XIII, Alejandro VII y Benedicto XIV entre otros Papas de la Iglesia Católica que en diferentes épocas declararon que el Talmud no contiene nada de hostil contra los cristianos, eran unos perversos por aceptar como normal los textos que inspiran al perplejo.

Y lo más grave aún es que el lector “Perplejo” culpabilizaría de perversos a Jesús y a Pablo, a los Apóstoles y primeros discípulos de Jesús y a los primeros Papas, que todos ellos eran judíos y sabían el contenido de la Mishná, y por tanto del Talmud, por no haber criticado esas aberrantes citas a las que tanto el “mesiánico” como el Perplejo se refieren.

¿O el lector “perplejo” que se hace pasar por católico cree que Jesús cumplió con la ley a la que él y su fuente  “mesiánica”, se refiere?

NOTAS

[1]http://www.nodulo.org/ec/2005/n041p05.htm

[2]  http://apologetica.altervista.org/talmud_smascherato.htm

[3] Comunidad Judía Mesiánica Shema Sefarad
Kehilá Judío Mesiánica Torá Observante 
Rabino Judío Mesiánico Mijael Sofer
Apartado 136 
Madrid 28350 España
Teléfono 676 04 05 61
Email rabino_sofer@yahoo.es
Web http://sinagoga-madrid.livejournal.com/  

http://bethaderech.com/kehilot/congregaciones-por-pais/

[4] http://sinagoga-madrid.livejournal.com/6650.html

[5] http://www.sacred-texts.com/jud/talmud.htm#t08

http://www.sacred-texts.com/jud/t10/index.htm

http://www.sacred-texts.com/jud/t08/t0805.htm

http://www.sacred-texts.com/jud/t08/t0806.htm