Devoción mariana, garantía de salvación

           San Alfonso María de Ligorio…, fundador de la orden de los Redentoristas, en su libro sobre “Las glorias de Maria”, y en él nos dice: “Devoto lector, demos gracias al Señor si vemos que Dios nos ha dado amor y confianza para con la Reina del Cielo, porque Dios, tal como nos dice San Juan Damasceno, otorga esta gracia a los que quiere salvar”. También San Alfonso María de Ligorio, escribía en otro texto suyo que: “Si saludas con perseverancia a la Santísima Virgen con el Santo Rosario, tienes con ello un indicio sumamente grande de que vas a conseguir la eterna salvación”. Y añade que: “… en cielo tendrás alguna señal más particular y muy distinguida por la cual serán reconocidos como íntimos de la Virgen y de su cortejo especial conforme al dicho de los Proverbios: “Todos los de su casa visten doble vestido”. Desde luego que no cabe la menor duda, de que es un don divino, que muchas personas reciben desde niño, para estar con el pensamiento siempre puesto en su madre celestial y acudir a ella cuando se encuentra en apuros.

            La devoción mariana es un evidente signo de salvación, cualquiera que sea la advocación de Maria, por la que uno tenga su predilección. Ella siempre está esperando nuestra invocación y oración, porque en todos y cada uno de nosotros, ve el encargo de su Hijo en la cruz, cuando le dijo: “Mujer he ahí a tu hijo. Y a continuación dirigiéndose a San Juan del discípulo amado, cual somos nosotros sus herederos, le dijo: He ahí a tu madre” Y María nuestra madre celestial, indebidamente ve en cada uno de nosotros a su propio Hijo.

            El maestro Jean Lafrance y en varios escritores más, he leído con distintas palabras el pensamiento de San Luis María de Grignion y Montfort acerca de la devoción a María con forme al cual: “Cuando el Espíritu Santo encuentra a María en un alma, acude a ella, y allí vuela” Quién tiene una especial devoción a la Maria nuestra madre celestial, Ella corresponde generosamente a esa predilección de uno y lo toma con especial protección en la vida, en la hora de su muerte y si durante su vida ha cumplimentado los rezos del escapulario y lo ha llevado siempre, si ha de ir  al purgatorio para terminar de purificarse, Ella le prometió a San Simón Stock, general de los carmelitas, que a sus hijos que portasen su escapulario los sacaría de Purgatorio el primer sábado que estuviesen en él, abriéndoles la puerta del cielo.

San Ambrosio tenía una oración que le decía a La virgen María: “Ábrenos María las puertas del paraíso, ya que Tú conservas las llaves, más aún ya que Tú eres la puerta, tal como te llama la Iglesia. “Puerta del cielo”. Sobre esta misma idea, San Efrén nos dice que “La excelsa Madre es llamada por la Iglesia estrella del mar: “¡Salve, estrella de los mares!”. Porque así como los navegantes, dice Santo Tomas el angélico, se orientan para llegar a puerto por medio de la estrella polar, así los cristianos se orientan para ir al paraíso por medio de María”.

            San Alfonso María de Ligorio, como todo enamorado de María nuestra madre celestial, nos da una serie de consejos y nos cuenta que el Beato Juan Juvenal Ancina, obispo de Saluzzo,  al pronunciar el nombre de María experimentaba una dulzura sensible tan grande que se relamía los labios. También se refiere de una señora que en la ciudad de Colonia le dijo al obispo Marsilio que cuando pronunciaba el nombre de María, sentía un sabor más dulce que el de la miel. Y tomando el obispo la misma costumbre, también experimentó la misma dulzura”. Nos dice también San Alfonso María de Ligorio, que; “Aprovechemos siempre el hermoso consejo de San Bernardo: “En los peligros, en las angustias, en las dudas invoca a María. Que no se te quite de los labios, que no se te caiga del corazón”.

            San Luis María de Grignion y Montfort, nos previene contra los defectos en el amor a Nuestra Señora, cuando nos escribe diciéndonos: “Guardémonos de ser del número de los “devotos críticos” que en nada creen pero todo lo critican; de los “devotos escrupulosos”, que temen ser demasiados devotos de la Virgen María por respeto a Jesucristo; de los “devotos exteriores”, que hacen constituir toda su devoción en prácticas exteriores; de los “devotos presuntuosos”, que confiados en su falsa devoción a la Virgen María, siguen encenagados en el pecado; de los “devotos inconstantes”, que, por ligereza cambian sus prácticas de devoción o las abandonan a la menor tentación; de los “devotos hipócritas”, que entran en la cofradías y visten la librea de la Santísima Virgen para hacerse pasar por santos y finalmente de los “devotos interesados”, que solo recurren a la Virgen María para librase de males corporales o alcanzar bienes de este mundo”.

Hay quienes censuran el excesivo culto de hiperdulía, que como sabemos es el culto que en la liturgia católica se le otorga a la Virgen María, porque según ellos, esto va en detrimento del culto a Dios trinitario que por supuesto está por encima, pero se equivocan, porque el que ama de verdad el amor a María le ensancha su corazón. Conozco la historia de un niño que con la primera comunión recién realizada estaba enamorado de Nuestra Señora, en su advocación de la Virgen de las angustias, que cuando terminaban las clases del colegio mientras todos los demás iban al patio del colegio a jugar, él se iba a la capilla a rezarle a la Virgen y hasta tal punto llegó el amor a su Madre celestial que convención a dos compañeros más a que le acompañasen a la capilla.  Pero un día al darse cuenta, de que a los ojos de los demás, era excesivo ese amor a María, en una de sus primeras confesiones, le preguntó al confesor si era pecado amar, más a la Virgen que al Señor. El confesor se echó a reír, por la inocencia de la pregunta y le dijo: Hijo mío ¿tú sabes de alguien al que le moleste que quieran a su madre? Aquella contestación acalló sus dudas y siguió amando a su Madre celestial con más ardor.

Mi más cordial saludo lector y el deseo de que Dios te bendiga.,
Otras glosas o libros del autor relacionados con este tema.

1. Libro. LA SED DE DIOS.- www.readontime.com/isbn=9788461316281 
2. Libro. MANDAMIENTOS DE AMOR.- http://www.readontime.com/isbn=9788461557080 
3. Libro. ASEVERACIONES DEL SEÑOR.- http://www.readontime.com/ISBN=9788461557097.
4. Libro. DESEAR LA SANTIDAD.- http://www.readontime.com/ISBN=9788461722747
5. Libro. VIDA DE NUESTRA ALMA.- http://www.readontim.com/ISBN=9788461266364

• 041j.-  Dogmas marianos      20-08-09
• 941s.-  Maria modelo de fe    26-07-14
• 425j.-  Amar a María, nuestra Madre celestial 29-09-11
• 880x.-  Madre terrenal, Madre espiritual 26-03-14
• 971x.-  Enamorados de María nuestra Madre celestial 24-09-14

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