Amar y ser amados

07 febrero 2015 00:00

El arzobispo norteamericano Fulton Sheen…, cuya beatificación está a punto de concluir, en uno de sus variados libros escribe diciendo que: “El hombre quiere tres cosas: vida conocimiento, amor. La vida que quiere no es la vida por dos o tres minutos, sino la plenitud de la vida sin desazones, sin hastío, sin ancianidad. La verdad que quiere, es no solo el conocimiento de la geografía con exclusión de la literatura, o de las verdades de la ciencia con exclusión de la filosofía; quiere saber todas las cosas. El hombre es incurablemente curioso. Finalmente quiere amor. Lo necesita porque está incompleto dentro de si mismo. Quiere un amor sin celos, sin odios, y por encima de todo; un amor sin saciedad, u amor dotado de un constante éxtasis en el que no haya no soledad ni cansancio”.

Nosotros estamos creados por Dios de tal forma, que solo Él nos puede saciar, de esos tres deseos de los que nos habla el obispo Sheen y ellos es así porque estamos hechos por Él, y para Él, para contemplar su rostro y solo esta contemplación es la que nos calmará, esta sed de felicidad que todos tenemos y que no logramos calmar con las miserias, que este mundo nos ofrece. Solo con la visión de Él, sabremos que tendremos vida eterna, Conocimiento pleno de la Verdad, porque solo Dios es la Verdad y sobre todo amor. Un pleno amor, cuyo pensamiento ya en esta vida a muchos nos hace soñar y desear
Dios desea de nosotros que le devolvamos en amor, al menos una pequeña parte del amor que el continuamente nos está dando. Porque hay que tener en cuenta que Dios y solo Dios cuya esencia es tal como nos señala San Juan evangelista Amor y solo amor (1Jn 4,16). Y al ser eso así es Dios el único que tiene capacidad de generar amor. El amor creado por Dios, es un amor sobrenatural, y este amor sobrenatural, Dios lo manifiesta sobre nosotros y nos llama a que lo manifestemos nosotros también, entre nosotros mismos. “34 Un precepto nuevo os doy: que os améis los unos a los otros; como yo os he amado, así que también amaos mutuamente. 35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos: si tenéis amor unos a otros”, (Jn 13,34-35).

Esto es el amor humano, que Dios refleja en nosotros a su imagen y semejanza, tal como hemos sido creados. Pero si nosotros traicionamos y ofendemos a Dios, Dios trinitario deja de inhabitar en nuestros ser y el amor humano que generemos ya no estará entroncado con el amor sobrenatural divino y será un amor puramente humano que carecerá de favor y de las gracias divinas. Por ello tenemos pues, tres clases de amor, el directamente generado por Dios: Amor sobrenatural y el generado por nosotros que a su vez puede estar entroncado con el amor sobrenatural divino o no estarlo y ser una tercera clase de amor puramente humano.

Es fácil comprender que el humano amor entroncado con el sobrenatural divino, lo tienen aquellas personas que habitualmente viven en gracia de Dios y son templos vivos de su gloria. Pero como Dios ama a toda persona que esté dentro de su ámbito de actuación en este mundo, digamos que riega como la lluvia dando agua a todos, mientras aún tengan posibilidad de aceptar el amor que el Señor continuamente les está ofreciendo, mientras se encuentren en es este mundo. Es decir con posibilidad de superar la prueba de amor por razón de la cual a este mundo hemos venido a peregrinar.

Estamos creados para el amor, para amar y ser amados. La necesidad que tenemos de amar y ser amado implica dos vertientes. Primeramente tenemos una vertiente simple que es la necesidad de que todo ser humano tiene de amar, él necesita siempre amar. Dios que es amor y solo amor tal como reiteradamente nos dice el evangelista San Juan, el discípulo amado del Señor. Y en consecuencia, Dios que es la única fuente de amor que existe nos ha creado, para ser amados por Él, con un amor que emana del amor sobrenatural que Él tiene y genera y como el amor, en una de sus características fundamentales está la de la reciprocidad, nosotros solo podemos responderle a su amor sobrenatural, con nuestro amor humano que es una pobre caricatura que tenemos por reflejo del amor sobrenatural divino. Nuestro amor humano, mientras esté entroncado con el amor sobrenatural divino, será lo único que podemos pobremente ofreceré a Dios.

Pero él acepta siempre complacido este pobre amor humano, reflejo del divino, que es lo único que podemos ofrecerle a Dios. Existe un claro principio, que nos dice; “Quién da lo que tiene, lo da todo” Para Dios es muy importante la intencionalidad de las personas y si uno da poco, pero da lo que tiene, él lo está dando todo y así lo acepta el Señor. Pero no es a Dios solamente al que hemos de darle nuestro amor, porque todo semejante, toda persona de este mundo en un Cristo en persona para nosotros y como tal hemos de amarle tal como ya anteriormente hemos escrito. (Jn 13,34-35).

Ya venimos diciendo que: El hombre es un ser necesitado de amar y de ser amado. Si no puede satisfacer esta exigencia natural, la existencia se le vuelve insoportable. La necesidad de amar que tiene el hombre, es también propia de la esencia de Dios. Porque Dios desea amar, está fue una de las razones de nuestra creación Dios nos creó a todos por razón de amor. Con relación a este tema recoge tres autorizadas opiniones de conocidos exégetas católicos: El Abad Eugene Boylan O. Cister, nos dice: “…, la vida de Dios es una unión estática de conocimiento y amor (completa y de felicidad infinita) Dios no tiene necesidad de nada más. Su alegría y felicidad son tales que nadie podría aumentarlas. Sin embargo en su infinita bondad, El decidió compartirlas con alguien. Y así nos creó de la nada”.

También tenemos otras opiniones, como la de Brot Etienne, que nos dice que: “Ese Dios trinitario, acostumbrado desde toda la eternidad a un amor interpersonal de pureza perfecta, ha sido, pues, totalmente desinteresado en su obra creadora, no pensando en modo alguno en Sí mismo, en su recreo o en su satisfacción personal, sino únicamente en el bien y en el interés de sus criaturas a las que quiso dar todo lo que Él es y todo lo que tiene, excepto algo cuya importancia crecerá a raíz del pecado original; no les ha dado, ni les dará jamás, su inalienable naturaleza de Creador. Serán pues criaturas eternamente y se beneficiarán de Sus dones no por naturaleza, sino por la gracia”.

Por su parte Edward Leen, nos dice que: “El primordial propósito de la creación fue que la perfección infinita de Dios se pusiera de manifiesto en otros seres que debían de ser reflejo de su existencia y de su belleza. Entre estos seres tenía que haber algunos que fueran imágenes de la vida consciente de Dios, de su vida de conocimiento y amor.…. La grandeza y la felicidad de los seres inteligentes, consiste en la fidelidad con que reflejan las perfecciones de Dios en sí mismos. De ahí se deriva que la gloria de Dios y la felicidad de la criatura fiel son materialmente, aunque no formalmente idénticas”. Están claras pues, cuáles fueron las razones o motivaciones divinas para que el ser humano fuese creado.

La segunda vertiente de la necesidad que tiene el hombre de amar y de ser amado, tiene a su vez una doble vertiente. Para un creyente que habitualmente vive en gracia de Dos y es templo vivo de su gloria, y se siente siempre amado por Dios y ello no obsta a que quiera sentirse también amado por sus semejantes en función del amor sobrenatural divino, es decir, con un amor humano que tiene su raíz en el amor sobrenatural divino.

La persona que carece del nivel de vida espiritual interior aunque esté bautizada no pone ninguna atención en el hecho de que Dios, mientras ella se encuentre dentro de su ámbito de amor, le ama. Esta clase de personas más quieren sentirse amadas por un amor humano que en general no suele está enraizado en el amor sobrenatural divino y que no se le debía de calificar de amor aunque todo el mundo así lo califique.

Y es que nadie se ocupa de lo que ya tiene y pone su afán en lo que cree que no tiene pensando equivocadamente que es más importante lo humano que lo divino

Mi más cordial saludo lector y el deseo de que Dios te bendiga.
Otras glosas o libros del autor relacionados con este tema.

Libro. AMAR A DIOS.- www.readontime.com/isbn=978461164509
Libro. LOS DESEOS HUMANOS.- www.readontime.com/isbn=9788461316298
Libro. LA SED DE DIOS.- www.readontime.com/isbn=9788461316281
Libro. MANDAMIENTOS DE AMOR.- http://www.readontime.com/isbn=9788461557080
Libro. DESEAR LA SANTIDAD.- http://www.readontime.com/ISBN=978-84-617-2274-7
Libro. VIDA DE NUESTRA ALMA.- http://www.readontim.com/ISBN=9788461266364

552s.- Ámbito de amor 09-06-12
594s.- Vivir dentro del ámbito de amor 01-09-12
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871s.- Amor divino, amor humano 08-03-14
371l.- El amor… es y no es 13-06-11

La fecha que figura a continuación de cada glosa, es la de su publicación en la revista ReL, en la cual se puede leer la glosa de que se trate.

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