El Papa recuerda a Pedro de Asúa, «torturado y asesinado» en 1936 y beatificado hoy en Vitoria
Francisco evocó este sábado la beatificación del sacerdote Pedro Asúa Mendía (18901936), que ha tenido lugar en Vitoria, al tiempo que recordaba la festividad del Día de Todos los Santos.
Arquitecto, sacerdote y víctima del Frente Popular
"Hoy en Vitoria, España, ha sido proclamado beato Pedro Asúa Mendía. Sacerdote humilde y austero, predicó el Evangelio con la santidad de vida, la catequesis y la dedicación a los pobres y necesitados", dijo el Papa: "Detenido, torturado y asesinado por haber expresado su deseo de permanecer fiel al Señor y a la Iglesia, representa para nosotros un maravilloso ejemplo de la fuerza en la fe y de testimonio de la caridad".
En efecto, el nuevo beato, nacido en Balmaseda (Vizcaya) en 1890 y arquitecto, dejó su profesión a los 29 años para ser sacerdote. En su vida sacerdotal abundaron también los encargos arquitectónicos, entre ellos los planos del seminario de Vitoria. En 1936 fue capturado por milicianos del Frente Popular, que le asesinaron en odio a la fe.
El cardenal Angelo Amato, delegado del papa Francisco, el nuncio del Vaticano en España, Renzo Fratini, seis arzobispos (entre ellos el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez) y doce obispos (entre ellos los tres vascos: Miguel Asurmendi, de Vitoria, José Ignacio Munilla, de San Sebastián -y el emérito Juan María Uriarte-, y Mario Iceta, de Bilbao) concelebraron en la catedral María Inmaculada de Vitoria una misa durante la cual fue descubierta su imagen y trasladados sus restos como reliquia junto al altar. Asistieron, entre otros, el alcalde de Vitoria, Javier Maroto, el delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo, el diputado general de Álava, Javier de Andrés, y dos consejeros del gobierno vasco, Ricardo Gatzagaetxebarria y Ana Oregi.
Los santos nos esperan en el cielo
Antes de esta referencia a la beatificación que tenía lugar en España, el Papa hizo mención en el Angelus a la festividad de Todos los Santos.
"Es reconfortante saber", dijo, "que hay otros hermanos que ya han alcanzado el cielo, que nos esperan y que oran por nosotros, con el fin de que, juntos, podamos contemplar por la eternidad el rostro glorioso y misericordioso del Padre". Las fechas del 1 de noviembre y el día siguiente, festividad de los Fieles Difuntos, "constituyen un intenso momento de fe, de oración y de reflexión sobre el momento ultimo de la vida", una muerte que no hay que temer, señaló Francisco, porque "no supone el fin sino la continuidad de la vida terrenal".
"En estos días, en los que visitamos los cementerios para recordar a nuestros difuntos, debemos tener presente que están en compañía de la Virgen María y de todos los santos", recordó, antes de citar a los presentes en la misa que celebra esta tarde a las cuatro en el cementerio del Verano de Roma.
Arquitecto, sacerdote y víctima del Frente Popular
"Hoy en Vitoria, España, ha sido proclamado beato Pedro Asúa Mendía. Sacerdote humilde y austero, predicó el Evangelio con la santidad de vida, la catequesis y la dedicación a los pobres y necesitados", dijo el Papa: "Detenido, torturado y asesinado por haber expresado su deseo de permanecer fiel al Señor y a la Iglesia, representa para nosotros un maravilloso ejemplo de la fuerza en la fe y de testimonio de la caridad".
En efecto, el nuevo beato, nacido en Balmaseda (Vizcaya) en 1890 y arquitecto, dejó su profesión a los 29 años para ser sacerdote. En su vida sacerdotal abundaron también los encargos arquitectónicos, entre ellos los planos del seminario de Vitoria. En 1936 fue capturado por milicianos del Frente Popular, que le asesinaron en odio a la fe.
El cardenal Angelo Amato, delegado del papa Francisco, el nuncio del Vaticano en España, Renzo Fratini, seis arzobispos (entre ellos el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez) y doce obispos (entre ellos los tres vascos: Miguel Asurmendi, de Vitoria, José Ignacio Munilla, de San Sebastián -y el emérito Juan María Uriarte-, y Mario Iceta, de Bilbao) concelebraron en la catedral María Inmaculada de Vitoria una misa durante la cual fue descubierta su imagen y trasladados sus restos como reliquia junto al altar. Asistieron, entre otros, el alcalde de Vitoria, Javier Maroto, el delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo, el diputado general de Álava, Javier de Andrés, y dos consejeros del gobierno vasco, Ricardo Gatzagaetxebarria y Ana Oregi.
Los santos nos esperan en el cielo
Antes de esta referencia a la beatificación que tenía lugar en España, el Papa hizo mención en el Angelus a la festividad de Todos los Santos.
"Es reconfortante saber", dijo, "que hay otros hermanos que ya han alcanzado el cielo, que nos esperan y que oran por nosotros, con el fin de que, juntos, podamos contemplar por la eternidad el rostro glorioso y misericordioso del Padre". Las fechas del 1 de noviembre y el día siguiente, festividad de los Fieles Difuntos, "constituyen un intenso momento de fe, de oración y de reflexión sobre el momento ultimo de la vida", una muerte que no hay que temer, señaló Francisco, porque "no supone el fin sino la continuidad de la vida terrenal".
"En estos días, en los que visitamos los cementerios para recordar a nuestros difuntos, debemos tener presente que están en compañía de la Virgen María y de todos los santos", recordó, antes de citar a los presentes en la misa que celebra esta tarde a las cuatro en el cementerio del Verano de Roma.
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