60 jóvenes quieren ser sacerdotes

                En estos días se están abriendo los Seminarios para acoger a los jóvenes que comienzan su camino hacia el sacerdocio, o que lo continúan. Es verdad que existe crisis vocacional,  porque eso de dar un sí para siempre impone, da miedo. Ocurre en todos los caminos que se abren ante nosotros. Muchos se asustan al pensar en la entrega duradera, permanente, cuando contraen matrimonio. Un número importante de los contrayentes dejan la puerta abierta a otras posibilidades. No se fían, quieren probar. Falta mucha madurez. Nuestra sociedad blandengue y permisiva está “produciendo” eternos adolescentes, que hoy dicen sí, y mañana lo contrario.

                En este ambiente de jóvenes de “plastilina” no es fácil que alguien se decida por Dios en un sí sin retorno, libre, responsable, entusiasta. Pero los hay. En la Diócesis de Cartagena (Murcia), un grupo de 60 chicos han dado un paso al frente y le han dicho al Señor que sí, que cuente con ellos. Y son chicos ya baqueteados por la vida, muchos de ellos con carreras terminadas y con puestos bien remunerados. Ante ese pelotón de valientes hay que descubrirse en estos tiempos. Han tenido que saltar barreras importantes: familiares, profesionales, ambientes, oposiciones, incomprensiones… Pero ahí están.

                Desde mi residencia los veo cada día estudiando en sus habitaciones, reunidos en el comedor, en el deporte… Son jóvenes con personalidad, con entereza, persuasivos, con mentalidad secular, modernos…  Me viene a la cabeza la figura sacerdotal de Álvaro del Portillo, que el próximo sábado será declarado Beato. Llegó al sacerdocio cuando tenía acabada su carrera de Ingeniero de Caminos, tras una guerra civil que le llevó al frente, con una inteligencia fuera de lo común… San Josemaría Escrivá  le propuso la posibilidad de ser sacerdote después de cursar los estudios correspondientes, y dijo que sí. Llegaría a ser uno de los peritos españoles en el Concilio Vaticano II, que le supuso trabajar duramente en el Decreto sobre los Presbíteros. Con el paso del tiempo escribiría el libro “Escritos sobre el sacerdocio” que está de plena actualidad.

                Merece la pena optar por Jesucristo. Yo cumpliré el día 25 mis 49 años de sacerdocio, y estoy cada vez más contento. He entrado en el año de mis Bodas de Oro. Cuando cada día veo desde mi ventana el Seminario me acuerdo de aquellos años felices que compartí con mis compañeros la ilusión por ser cura. Si volviera a la juventud seguro que diría de nuevo al Señor que puede contar conmigo. Es mi ilusión de cada día.

                A ti que estás leyendo estos párrafos te voy a solicitar algo muy importante: reza un Padrenuestro por los jóvenes que van caminando hacia el sacerdocio, y por los que ya llevamos hechos muchos kilómetros. Gracias. Hacen falta muchos más sacerdotes, en algunas Diócesis con carácter urgente. La vocación es un don, pero hay que hacerlo nuestro con toda libertad.

Juan García Inza