Jueves, 28 de marzo de 2024

Religión en Libertad

Blog

El rostro y el alma

por El rostro del Resucitado

El verano pasado compré un librito de 60 páginas que ha dormido el sueño de los justos en mi biblioteca hasta hace unos días.

Se titula El rostro y el retrato y su autor es Georg Simmel (18581918), un filósofo y sociólogo alemán cuya reflexión ha influido considerablemente en el pensamiento alemán de la primera mitad del siglo XX.



El autor aborda en cuatro capítulos los siguientes argumentos: 1) la significación estética del rostro, 2) el retrato como problema, 3) la caricatura y 4) el marco, un ensayo de estética. Así comienza el libro:
 
"Para explicar la incomparable presencia del rostro en el arte figurativo suele aducirse, de manera somera, el hecho de que el alma se expresa con más claridad a través del rostro".
 
Un refrán popular afirma que "la cara es el espejo del alma", aunque sabemos que el rostro humano puede asumir máscaras que el propio individuo con frecuencia llega a creer suyas. La prueba de que no lo son es que, cuando morimos, nuestro rostro asume generalmente otra expresión, más serena, pacificada.
 
Simmel se pregunta "en virtud de qué determinaciones, perceptibles por los sentidos, el rostro tendría esa capacidad y, más allá de esto, saber si posee unas cualidades estéticas que justifiquen su relevancia en el ámbito del arte". No es posible aquí recoger todo su razonamiento, muy interesante y profundo, por lo que me contento con ofrecer algunas intuiciones que considero geniales. Por ejemplo:
 
"No hay en el mundo ninguna figura, salvo el rostro, en la que una multiplicidad tan grande de formas y planos confluya en una unidad de sentido tan absoluta (...) La vida alcanza en el rostro humano la realización más perfecta que pueda existir en el ámbito de lo visible".
 
Más que en un paisaje o un bodegón, cuya unidad estética viene dada por el propio espectador o artista, el ser humano –afirma nuestro autor– condensa la unidad de sentido de la vida, y lo hace especialmente en el rostro. Ni siquiera la mano "que de todas las otras partes del cuerpo es la que tiene más homogeneidad" iguala al rostro. Recordemos una célebre mano y un rostro para advertir la verdad de estas palabras: 

 

Otra afirmación interesante es la que señala la vinculación entre el rostro de la persona y su individualidad que la hace única:
 
"El hombre no es portador de espiritualidad al modo de un libro que reúne contenidos espirituales sin que su continente sea relevante, sino que su espiritualidad tiene la forma de la individualidad. El rostro es el símbolo no sólo del espíritu, sino del espíritu en tanto personalidad singular".
 
Recojo a continuación algunas representaciones artísticas de rostros humanos que siempre me han impresionado por su capacidad de expresar el alma individual de la persona representada. Por ejemplo los famosos rostros de El Fayum, pintados en tablas de madera para ser colocados sobre el rostro de la momia del difunto y posibilitar su reconocimiento en el tránsito al más allá: 

  

Estos retratos salvan la milenaria distancia que nos separa de ellos para hacernos presentes a personas vivas, dotadas de carácter, de inteligencia y sensibilidad. Fueron encontrados en la necrópolis de El Fayum, al oeste del Nilo, que contiene enterramientos de los siglos I a III d.C., en periodo romano.

Otro rostro único es este célebre autorretrato de Van Gogh, en el que destaca la intensa y triste mirada del pintor:

 

Explica Simmel:

"En el rostro, los ánimos propios del individuo –odio o miedo, sonrisa serena o ávida búsqueda del beneficio– dejan rasgos que perduran; la expresión pasajera del movimiento queda reflejada en los rasgos del rostro, que son expresión del carácter permanente".

Y dentro del rostro, los ojos:

"Nada como el ojo, aun permaneciendo tan incondicionadamente en su lugar, irradia tanto: penetra el espacio, lo amplifica, lo envuelve, lo recorre, lo atrae (...) El ojo lleva al punto máximo la capacidad del rostro de reflejar el alma".

¡Qué mejor ejemplo de esta expresividad de la mirada que los ojos del Cristo abrazado a la Cruz del Greco:



O el juego de miradas entre Pedro y Jesús en El Tributo de Masaccio:

  

Leonardo da Vinci, recuerda Simmel, afirmaba que "la pintura debe representar dos objetos: el ser humano y el alma". Esto sucede de manera misteriosa en los retratos pictóricos de los grandes artistas. Pero ¿cómo lo logran? Explica nuestro autor:
 
"No es el ojo, en cuanto instrumento anatómico aislado el que ve; es nuestro ser unitario, el ser humano como un todo el que ve al otro ser humano, y los distintos sentidos no son sino canales por los que pasa el flujo de la fuerza perceptiva total de nuestro ser".
 
Es decir, es el alma humana la que capta al alma humana. Y lo que sucede en la vida, a través de la mediación corporal, se traduce en el arte del retrato de un modo tal que se hace inevitable la pregunta:
 
"¿Cómo una apariencia sobre una tela, una abstracción, puede no obstante evocar la representación de una vida interior, de un alma determinada?"
 
No es fácil responder, pero el hecho es que con frecuencia lo logra. Y no solo en pintura. También en escultura, como en estos rostros de Rodin:

 

Hemos de concluir. Si el rostro es un ámbito privilegiado para la representación artística del alma humana, no puede haber rostro más signficativo para el artista plástico que el Rostro de Cristo, en el que se expresa una humanidad verdadera, dotada de cuerpo y alma, que se ha convertido en la humanidad de Cristo, de la Persona divina de Cristo.

De todos los rostros de Cristo plasmados por artistas elijo uno para concluir esta reflexión. Es uno de los Cristos de Rouault. Se ha dicho que el arte de Rouault traduce, en lenguaje moderno y universal, la riqueza y profundidad de la espiritualidad medieval. 



Esta pintura, que evoca las vidrieras de las grandes catedrales de la cristiandad, es toda alma, que se asoma por los enormes ojos, llenos de compasión y misericordia, de Cristo. El dolor y el amor, la pasión y el perdón del Cordero inmolado, Victorioso.
 
"Un Rostro de incomparable belleza en el que podemos leer la palabra definitiva: el sufrimiento y la muerte han sido derrotados por el Amor" (Mirella Lovisolo).


Juan Miguel Prim, sacerdote
elrostrodelresucitado@gmail.com
Comentarios
5€ Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
10€ Gracias a tu donativo habrá personas que podrán conocer a Dios
50€ Con tu ayuda podremos llevar esperanza a las periferias digitales
Otra cantidad Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Si prefieres, contacta con nosotros en el 680 30 39 15 de lunes a viernes de 9:00h a 15:30h
Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter

¡No te pierdas las mejores historias de hoy!

Suscríbete GRATIS a nuestra newsletter diaria

REL te recomienda