Viernes, 29 de marzo de 2024

Religión en Libertad

Denuncia del obispo de El Obeid

La independencia no ha traído la paz a Sudán del Sur

El Sudán islámico mantiene su agresividad y los bombardeos han causado numerosas muertes.

Fides / ReL

“En los Montes Nuba las personas están muriendo de hambre y por los bombardeos" denuncia a la Agencia Fides Macram Max Gassis, obispo de El Obeid, diócesis que se extiende entre Sudán y Sudán del Sur e incluye una zona de enfrentamientos entre el ejército de Jartum y milicias que lucharon por la independencia de Sudán del Sur, alcanzada en julio de 2011.

Monseñor Gassis recuerda que “la población local se siente parte de Sudán del Sur, tanto así que usan la moneda de Sudán del Sur y no la de Jartum. Los soldados de los Montes Nuba han luchando por la independencia de Sudán del Sur, y el estado de Ecuatoria Occidental (ahora parte del sur de Sudán) ha sido liberado por ellos. El sur está en deuda con los combatientes de los montes de Nuba".

En el ambito de la Iglesia, monseñor Gassis subraya que "ningún sacerdote, religioso o religiosa, así como el personal médico, ha abandonado su puesto. Están allí para demostrar que, como dice Jesús, ´No hay amor más grande que dar la vida por los demás’. No es fácil permanecer allí, bajo el bombardeo constante, y ver los cuerpos destrozados de los civiles, sobre todo de los niños".

Entre Sudán del Sur y Sudán la tensión va en aumento, hasta el punto de que se teme un conflicto abierto entre los dos estados. "Pero Sudán del Sur no quiere la guerra", afirma monseñor Gassis: "El problema es el presidente Omar Bashir, que está esperando una nueva guerra. Después de perder el sur, trata de mantener el control sobre las zonas de Sudán que quieren liberarse del gobierno central".

Ahora que el Sur ha cerrado el grifo del petróleo, el coste de la vida comienza a hacerse sentir en el norte de Sudán. Los oficiales del Ejército han enviado un memorándum al presidente Bashir, al ministro de Defensa y el jefe de Estado Mayor, en la que se quejan de las condiciones de los militares.

"La Iglesia también ha tenido sus víctimas", concluye el obispo, "como el representante de la Caritas diocesana asesinado en Kadugli, capital del sur de Kordofán, hace cinco meses, un laico que fue fusilado por las tropas sudanesas".
 

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